Recientemente, me llamaron del periódico 20 minutos para preguntarme sobre el retiro del deportista. En el artículo salieron diferentes perspectivas de deportistas sobre el tema.
A continuación, escribo unas líneas para complementar dicho artículo (desde mi humilde opinión). Creo que hay que centrarse en la esencia de la cuestión: la necesidad de formarse tanto para llegar al deporte profesional ("tener la cabeza bien amueblada") como por si no se llega (una puerta al futuro personal y laboral).
El retiro del deportista
El fenómeno de la retirada deportiva implica numerosas variables de enorme importancia y a la que, al menos desde un punto de vista práctico no siempre se le ha prestado la debida atención. La retirada deportiva es un proceso transitorio que, con frecuencia se inicia con un sentimiento de pérdida y que, posteriormente, va hacia un crecimiento personal y adaptación. El deportista debe de adaptarse a una nueva situación para la que, en la mayoría de los casos, no estaba preparado.
Ante este panorama se requiere al menos dos líneas de trabajo por parte del psicólogo del deporte: a) preventiva: contribuir a la formación y planificación del futuro personal y profesional durante el período activo del deportista; b) afrontamiento: las entidades vinculadas al deporte de alto rendimiento, deberían establecer programas de asesoramiento e intervención que faciliten el período de ajuste a la nueva situación de los deportistas.
El fenómeno de la retirada deportiva implica numerosas variables de enorme importancia y a la que, al menos desde un punto de vista práctico no siempre se le ha prestado la debida atención. La retirada deportiva es un proceso transitorio que, con frecuencia se inicia con un sentimiento de pérdida y que, posteriormente, va hacia un crecimiento personal y adaptación. El deportista debe de adaptarse a una nueva situación para la que, en la mayoría de los casos, no estaba preparado.
Ante este panorama se requiere al menos dos líneas de trabajo por parte del psicólogo del deporte: a) preventiva: contribuir a la formación y planificación del futuro personal y profesional durante el período activo del deportista; b) afrontamiento: las entidades vinculadas al deporte de alto rendimiento, deberían establecer programas de asesoramiento e intervención que faciliten el período de ajuste a la nueva situación de los deportistas.
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